La Guerra Franco-Prusiana terminó con el Tratado de
Frankfurt (1871) por el que Francia se vio obligada a ceder Alsacia y Lorena al
Imperio Alemán. Durante la dominación alemana, a los ciudadanos se les prohibió
hablar francés destruyendo cualquier libro o referencia a Francia.
Tras la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial,
Alsacia y Lorena fueron devueltas a Francia, prohibiéndose entonces el uso del
alemán. En esa etapa se comenzó a construir la Línea Maginot, sistema de
fortificaciones creado para defender la frontera con Alemania ante una posible
invasión, que resultó inútil cuando el ejército del Tercer Reich invadió
Francia y se anexionó Alsacia y Lorena, reclutando a más de 120.000 alsacianos
, conocidos como los Malgré Nous (A
nuestro pesar). De nuevo se produjo
un proceso de germanización que provocó el exilio de numerosos habitantes hacia
lugares más seguros en el centro de Francia.
Con la rendición del ejército nazi en 1945, Francia recuperó
Alsacia y Lorena. Tras el fin de la guerra, Estrasburgo se convirtió en símbolo
de la reconciliación francoalemana y por extensión, europea, al ser elegida
sede del Consejo de Europa (1946). Posteriormente se le ha asignado la sede del
Parlamento Europeo y otras instituciones como el Tribunal Europeo de Derechos
Humanos.
Kaysersberg. Monolito en recuerdo de las víctimas y deportados en la Guerra Franco-Prusiana y Primera y Segunda Guerra Mundial.
Plano de la Línea Maginot